A estas alturas somos muchas las personas que estamos convencidos de la necesidad de separar la basura para promover el reciclaje y, con ello, contribuir al cuidado y conservación del medio ambiente. Pero no es menos cierto que, llevar a cabo esta tarea cuando no disponemos de espacio suficiente, no siempre es fácil.
Partimos de que es necesario disponer de un contenedor para cada tipo de basura, orgánica, papel, vidrio y envases porque tener bolsas de plástico distribuidas por la cocina no suele resultar un procedimiento demasiado estético.
Un cubo tradicional con distintos compartimentos es una solución sencilla si no son mucho los residuos dado que tienen una capacidad limitada. Redondos o rectangulares y con distintos acabados, podemos recurrir a ellos si tenemos un espacio para ubicarlos.
Si estamos a tiempo de planificar nuestra cocina, integrar los contenedores en los armarios resulta muy práctico y estético.
Aunque también podemos encontrar módulos complementarios para integrar los depósitos.
Lo más compatible con la falta de espacio son las soluciones verticales que nos proporcionan estos contenedores apilables.
O este cubo de basura triple con tres pedales en la base para abrir cada uno de los cubos:
También podemos habilitar soluciones personalizadas con cestos para el papel o el vidrio que podemos ubicar en los rincones disponibles de la casa.
Cualquiera de estas soluciones y, probablemente, una combinación de ellas nos proporcionarán un sistema cómodo y estético para separar las basuras en nuestra casa. Y no se nos olvide elegir un bonito tarro de metal o cristal para las pilas.